La película de Guillermo del Toro «The Shape of Water», le hace ver al mundo que no se niegue en aceptar algo distinto, sobre todo si es algo bello, mágico y misterioso encontrándose bajo del agua.
Siempre existirá el temor a la diferencia en nuestra sociedad ignorándolo y a la vez detestándolo. Cuando algo extraño sobrevive sorprendentemente y aprende por sí sólo a nadar y caminar sobre la tierra, causando un efecto de temos y amenza entre los habitantes, calificándolo como un terrible monstruo.
Esta premisa se encuentra centrada en lo magnífico y maravilloso del hallazgo de ese monstruo marino, a pesar que para otros era terrorífico, así comienza el trama de esta película.
Provocando diferentes reacciones a través del rechazo por la sociedad, viéndolo como un ser inhumano que solo merecía ser sometido a diferentes pruebas de experimentos tan crueles en un laboratorio.
Llegando ese maravilloso sentimiento que aparta toda dificultad existente que es el amor entre Elisa y el monstruo. Elisa trabajaba en el laboratorio como conserje de limpieza, más sin embargo Elisa era una persona con una discapacidad para hablar era muda sintiéndose marginada y excluida por las demás personas.
Volviéndo esta preciosa película como única en enseñanza, el director mexicano se caracteriza por una obra en donde sus héroes y heroínas son demasiados curiososo y soñadores, presentando esta historia desde la perspectiva de Elisa, con ese sentimiento de amor, cariño y afecto real hacia el monstruo.
Guillermo Toro utiliza esos personajes marginados o simplementes visto por muchas personas en los años 1960, tiempo en que la película se encuentra caracterizada. La visión de esta pelicula además de tener lo normal en lo terrorífico, es la diferencia crucial para poder admirar todas las bellezas de este mundo como tal.