El incidente ocurrió en una calurosa noche de verano el 13 de julio, en la cual los hijos de Federico de Dinamarca y Mary de Dinamarca, los príncipes Isabella, Vicent, Josephine y Christian de Dinamarca, compartían un tiempo entre hermanos en los jardines del Castillo de Grasten, lugar que es visitado cada verano por la familia Real.

Pasados ya las 9 de la noche, el príncipe Christian de Dinamarca, notó a dos personas extrañas en el jardín, que no pertenecían a ninguno de los empleados del catillo, ni a los guardias de seguridad. A pesar, de su corta edad de 12 años, el príncipe Christian de Dinamarca  sabía lo que tenía que hacer, así que avisó a los guardias del castillo, los cuales salieron de inmediato a revisar los jardines.

«Podemos confirmar que son un hombre de 29 años y una mujer de 28 y todo apunta a que son personas sin hogar», confirmó el oficial de comunicaciones de la policía de South y South Jutland a Her & Un, «El arresto se produjo sin dramas. Estos dos ladrones sabían que habían un par de cerezos en los jardines del castillo”, compartió el oficial Helle Lundberg para un periódico popular de la zona.