Después de varias semanas de espera e incertidumbre, se dio a conocer el resultado de la autopsia que se le practicó al cuerpo sin vida de Débora Pérez Volpín, la periodista y legisladora que falleció en febrero pasado luego de someterse a una endoscopia. El informe confirmó lo que se especulaba sobre el deceso: hubo mala praxis.

Esta tarde, Enrique Sacco, última pareja de la periodista, junto a su abogado, Diego Pirota, dieron una conferencia de prensa para hablar del pronosticado resultado. “Las causales del fallecimiento están en relación directa con una perforación instrumental del esófago. Esta es la verdad. Fue una muerte violenta por parte del accionar de los dos profesionales que intervinieron”, dijo el periodista deportivo.

Sacco culpó tanto a los profesionales como a La Trinidad por la muerte de su pareja. Además, resaltó que la clínica buscó encubrir la verdad con falsos partes médicos: “Sacaron un comunicado diciendo que murió de un paro cardiorrespiratorio, pero todo el mundo termina muriendo de eso. La segunda mentira es que tenía hepatitis y un cuadro complejo, también es falso«.

En el reparto de responsabilidades también cayó el ex juez de la causa Gabriel Ghirlanda, quien renunció a fines de marzo. No habría encarado debidamente la investigación; tardó tres días en reclamar el instrumental con el cual habían intervenido a la desaparecida periodista.

En la causa se encuentra actualmente en manos del juez Carlos Bruniard y todavía no hay ningún imputado. “Ojalá tenga inspiración, sabiduría, experiencia y compromiso para resolver esto de acuerdo a lo que Débora hubiese querido: siempre con la verdad”, expresó Sacco.

La muerte de Débora Pérez Volpín ocurrió el pasado 6 de febrero, en la Clínica La Trinidad de Palermo. Desde el principio el sanatorio se había desligado de cualquier responsabilidad, aunque todo indicaba lo contrario.