Un alto cargo del Gobierno estadounidense anunció que «Nadie debería ser forzado a elegir entre ayudar a un enfermo y vivir por sus convicciones morales y religiosas», por lo que se ha dado a conocer una nueva división de Conciencia y Libertad Religiosa dentro del Departamento de Sanidad, de esta manera los profesionales en la salud pueden elegir ante los servicios que prestan si atender o no a estas personas.

Dicho anunció tendrá su lugar en el Departamento de Derechos Civiles, a donde podrán dirigirse las personas que aleguen que se le están violando sus derechos religiosos al obligarlos a hacer un trabajo que sea molesto para estos profesionales del sector sanitario.