Astrónomos de Harvard estremecen el mundo científico con su teoría sobre “Oumuamua”, un objeto espacial que hasta ahora se creía era un asteroide.

En 2017, Robert Werylk pudo ver a través del telescopio un misterioso objeto interestelar al que llamó “Oumuamua”. Este objeto errante que cruza el Sistema Solar, había sido clasificado como un cometa y fue bautizado con el poco atractivo nombre de “C/2017U1”. Más tarde, debido a su comportamiento, fue recatalogado como un asteroide y pasó a llamarse “A/2017 U1”.

Pero un grupo de astrónomos de Harvard, inconformes con los resultados de la investigación, decidieron realizar un nuevo estudio y llegaron a una conclusión asombrosa: este asteroide sería en realidad una nave extraterrestre.

Shmuel Bialy, investigador del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, y Avi Loeb, titular del Departamento de Astronomía de Harvard, señalan en su estudio que “Hay la posibilidad de que sea una sonda enviada intencionalmente a la vecindad de la Tierra por una civilización alienígena”.

Los científicos no se arriesgan a asegurar que haya sido enviada directamente por extraterrestres. Pero aseveran que “luego de un análisis minucioso del modo en que el objeto interestelar aceleró mientras pasó cerca de nuestro Sol, a toda velocidad, ‘Oumuamua’ podría ser una nave espacial propulsada mediante la luz que incide en su superficie”.

La revista Universe Today, recoge las declaraciones de ambos científicos “Si consideramos un origen artificial, existe la posibilidad de que ‘Oumuamua’ sea una vela solar, que flota en el espacio, como desecho de algún equipo tecnológico muy avanzado. Otra alternativa más extraña es que ‘Oumuamua’ sea una sonda totalmente funcional.

 

Según los académicos de Harvard “Podría ser una muestra de tecnología extraterrestre enviada para explorar nuestro Sistema Solar, del mismo modo que esperamos explorar Alpha Centauri mediante el proyecto Starshot” (micro naves espaciales de sondeo).

El objeto estelar en cuestión tiene forma de cigarro y se cree que no proviene del Sistema Solar debido a su velocidad y trayectoria. “Es imposible dilucidar el propósito detrás de ‘Oumuamua’ sin más datos”, expresó Loeb en entrevista con NBC.

El problema para continuar con su estudio es que ya salió del Sistema Solar. No existe telescopio que pueda seguirlo a esas distancias. La opción más viable es buscar y estudiar otros objetos estelares parecidos.

Por los momentos, las conclusiones ciertas sobre el origen de “Oumuamua” seguirán en espera indefinida.