1. Vigilante y cuidador de una isla en pleno Paraíso

Ese es el trabajo que consiguió Ben Southall, joven británico de 24 años, que se presentó a la oferta de la agencia turística Queensland para cuidar de la Isla de Hamilton, en la Gran Barrera de Coral, al noreste de Australia. Eso sí, tuvo que luchar para conseguir el trabajo con otros 35.000 ilusionados candidatos de todo el mundo.

Durante seis meses su labor fue vivir la vida del turista de lujo en una villa con tres dormitorios y piscina, explorando la isla y gozando, para promocionar la isla en su blog, escribiendo posts y colocando fotos y vídeos. ¿Algo más? Pues sí, percibió 111.000 dólares por su “trabajo” (unos 81.000 euros)
2. Probador de toboganes de agua

Otro de esos trabajos que muchos considerarían diversión. El agraciado es Tommy Lynch, a quien su curiosa labor por cuenta de una empresa gigante de vacaciones le ha llevado a visitar medio mundo y sus correspondientes parques acuáticos.

Su trabajo consiste, esencialmente, en lanzarse por toboganes y comprobar que todo sea correcto, respecto a caudal de agua, velocidad, altura, aterrizaje, seguridad y otros aspectos, para que otros se puedan divertir de la misma forma. Eso sí, ellos pagando y él cobrando.